
Si eres creador de contenido, comunicador, vendedor, mercadólogo, empresario o emprendedor este artículo es para ti si quieres mejorar tus presentaciones y aprender nuevas habilidades de comunicación, para mantener la atención de tu audiencia y convencer más.
Los libros son:
“La Regla de los 3 minutos” de Brant Pinvidic: un libro que te presenta un método para elegir tus ideas clave y convencer a tu audiencia en los primeros minutos de tu presentación.

“Más Storytelling, menos ¿Y a mí qué?”, de Juan Luis R. Pons: un libro que te ayuda a estructurar tus ideas y a comunicarlas manteniendo el interés de tu audiencia.

“Convence sin abrir la boca”, de Jordi Reche: para que uses la comunicación no verbal a tu favor y que sea coherente con lo que estas comunicando.

Y lo mejor, es que estos 3 libros te van a servir no solo para comunicar tus ideas si eres creador de contenido, también te ayudarán si estas en áreas como mercadotecnia, ventas, desarrollo de nuevos proyectos, comunicación o en prácticamente cualquier área en donde debas hacer alguna presentación frente a clientes, compañeros de trabajo, socios o público en general.
Y para tí que eres creador de contenido, con estos tres libros vas a cubrir aspectos básicos de comunicación que puedes aplicar en tus videos de YouTube, o de cualquier plataforma.
Estas habilidades son:
- Persuasión: usando métodos eficaces para comunicar tus ideas y convencer a tu audiencia.
- Storytelling: o el arte de comunicar ideas mediante historias, manteniendo el interés de tu audiencia.
- Comunicación no verbal: para que tus posturas y expresiones sean coherentes con tus ideas y no confundas a tu audiencia.
A todos nos interesa tener el mayor índice de retención y siempre buscamos obtener más atención de nuestro público o audiencia cuando tratamos de comunicar una idea, de vender algún producto o servicio o cuando estamos tratando de comunicar lo que pensamos.
Aquí un dato duro:
El las ultimas décadas el umbral de atención de las personas se ha ido reduciendo. Un estudio reciente de Microsoft estima que ese umbral es de 8.2 segundos.
El de un pez dorado es de 9 segundos y no estoy diciendo que es más fácil convencer a un pez de ver tu contenido o escuchar tu presentación, sino que el tiempo que tienes para convencer que tu contenido o información es relevante es solo de 8 segundos.

Esto significa que debes enfocarte en los primeros 10 segundos para enganchar con tu audiencia En el caso de la creación de contenido, antes se veían entradas de 30 segundos, se daba la bienvenida, se explicaba un poco qué ibas a encontrar en el video y un poco de “platiquita” antes de comenzar.
Ahora, los canales van directo al grano. Las personas no tienen tiempo que perder. Entradas de 1 minuto se redujeron a 30 segundos, luego a 20 segundos… después a 10 segundos. Los primeros 30 segundos de tu video o presentación son muy importantes, los primeros 10 segundos son decisivos.
Lo mismo aplica para presentaciones de ventas, presentación de nuevos proyectos o discursos ante compañeros, socios o clientes. Se busca que nuestra audiencia mantenga el interés en lo que estamos diciendo y mantener cautivo a nuestro público para así lograr persuadir.
OK, sí, pero ¿cómo lo hacemos?
¿cómo lograr que tu audiencia mantenga el interés en lo que estas comunicando o en lo que estas presentando?
Comenzaremos con algunas recomendaciones del libro Mas Storytelling, menos ¿y a mí qué? de Juan Luis R. Pons.
Juan Luis nos dice que vivimos en la economía de la atención, inmersos en un mundo donde lo más valioso que tenemos es el tiempo que invertimos en atender cada estimulo que se nos presenta. Y para sacar mayor provecho de ese tiempo del que dispone nuestro público y lograr captar la atención de nuestra audiencia, debemos de tener bien claro cuál es el “¿y a mí qué?” del receptor al que queremos dirigir nuestro mensaje; ¿qué le interesa?, ¿qué necesita?, ¿qué quiere?, ¿qué busca?
Es decir, ¿qué es realmente lo que necesita escuchar? Debemos comprender la perspectiva de quien escucha y abordar sus necesidades e intereses. La mayor parte de las ocasiones, estamos enfocados solo en lo que queremos decir, y se nos olvida lo que el otro quiere o necesita escuchar.

Una vez que tengas claro cuál es el objetivo o problema que quiere resolver tu audiencia, llega el turno de comunicar tus ideas atendiendo a la empatía y buscando una conexión emocional. Para ello, Juan Luis R. Pons nos recomienda usar historias, agregar el lado humano a cada situación y estructurar el mensaje usando anécdotas, ejemplos, historias. Las historias son perfectas herramientas para generar conexión personal, para convencer.
Trata de encontrar los valores que mueven a tu audiencia, descubre qué necesita, qué le preocupa, qué problema quiere solucionar y pregúntate qué puedes hacer tu para ayudarlo a resolver ese problema.
Usa ambos, conexión emocional y empatía. Si la conexión emocional es sentir las emociones del otro, la empatía seria comprender las emociones del otro. Así es que, dedica tiempo para adaptar tu contenido o presentación para que sea útil y relevante para el público especifico al que diriges tu mensaje.
Usa ejemplos y coloca siempre a personas en estos ejemplos. Esto va a dar más calidez a tu mensaje y será más fácil lograr que la audiencia se sienta identificada. Si explicas los conceptos o ideas con historias sencillas y personajes entrañables, será más sencillo transmitir tu idea o mensaje. Nuestro cerebro está programado desde hace miles de años para conectarnos a través de historias, así es como aprendimos a sobrevivir.
Ya que tienes tu idea o historia lista, resúmela para que digas lo más importante en los primeros 3 minutos. Debes aprender a escoger lo que vas a comunicar y como lo vas a estructurar para que lo que comunicas sea lo más importante
Este método lo propone Brant Pinvidic, en su libro la regla de los 3 minutos.
Y eso es justamente lo que hice en este video, en los primeros 3 minutos ya sabías el nombre de los 3 libros que te quería presentar, las habilidades que ibas a adquirir y en qué áreas las puedes aplicar. El método de los 3 minutos nos lleva a crear una lista maestra de todos los puntos clave que se te ocurran para describir lo que quieres hacer o presentar.
Para estructurar tu mensaje, Brant Pinvidic propone crear tarjetas en las que tengamos las respuestas a las siguientes preguntas:
- ¿Qué es?… Describe lo que ofreces o lo que pides, qué es lo que haces o el servicio que ofreces.
- ¿Cómo funciona?… Explica por qué los elementos de tu oferta son valiosos e importantes, explica cómo funciona, de qué se trata.
- ¿Estás seguro?… En esta parte ofrece datos que respalden tu propuesta, valida o establece tu potencial, demuestra algo.
- Y por último… ¿Puedes hacerlo?.. Describe cómo puedes lograr lo que estas proponiendo, ¿en qué se basan esas capacidades?
Esta información debes compartirla en los primeros 3 minutos de tu presentación, para que logres mantener la atención de tu audiencia y obtengan todo lo esencial desde un inicio.
Y de seguro te estas preguntando, ¿debería de entregar toda la información desde un inicio? Y la respuesta es: sí.
Si desde un inicio estableces el valor de tu contenido, mensaje o propuesta, la audiencia se quedará a escuchar la información que ofreces. Brant nos dice que si comenzamos con un gancho, con una declaración imponente, automáticamente convertiremos a nuestra audiencia en escépticos.
Imagínate la siguiente línea para comenzar una presentación: “Somos la empresa de tecnología más importante del mundo”.
Ah ¿sí? ¿Por qué lo dices?, a ver demuéstramelo; pero si ni siquiera tienes experiencia, etc.
A ese método se le llama declarar y demostrar. Primero haces la declaración de algo, después estarás obligado a demostrar que es verdad eso que dijiste. En realidad, lo que debemos hacer, es usar el método de informar y conducir.
Informar los hechos, dar los datos y dejar que tu audiencia conecte los puntos y descubran ellos solos a dónde vas con esos datos. Para que al final digan: lo sabía.

Hay un ejemplo que nos da Brant Pinvidic en su libro, haciendo referencia del éxito de Katy Perry, sin embargo dado que el libro fue escrito en 2018, esta información ya no es actual, asi es que voy a darles un ejemplo similar, pero actualizado.
El ejemplo que Brant nos pone en su libro es más o menos el siguiente:
Imagina que estoy en una presentación y digo: Taylor Swift es la cantante femenina más exitosa de la historia.
¿En qué te basas? Pensaran algunos. Nada que ver; no es cierto. Katy Perry es mejor, Rihanna es mucho más exitosa. Hay artistas más famosos y mejores. Y así una marea de preguntas van a inundar las mentes de tu audiencia creando dudas no solo de esta declaración sino de toda la presentación y tu audiencia dejará de escuchar lo que estas exponiendo y comenzarán a pensar en todas las razones por las cuales tu declaración es errónea o equivocada; estarán distraídos y no captarán el mensaje. La naturaleza humana es encontrar errores y corregirlos, en lugar de ser escépticos y preguntar o investigar.
Ahora, cambiemos esa declaración por la siguiente presentación:
Ella es Taylor Swift.
- 47 millones de álbums vendidos.
- 9 de sus discos han vendido más de 2 millones de copias.
- 52 nominaciones al Grammy, 14 ganados.
- 11 nominaciones a los Britt Awards, 2 ganados.
- Ha ganado 40 American Music Awards.
- Ha ganado 39 Billboard Music Awards.
- 4 MTV Europe Music Awards.
- Artista con más ganancias en alguno de sus tours, The Eras Tour consiguió ganar más de 1 billón de dólares.
Al conocer todos esos datos parece obvio cual es la conclusión. Y cuando dices: “Taylor Swift es la cantante femenina más exitosa de la historia”, tu audiencia seguramente llegó antes a ese resultado, sacaron antes esa conclusión.
No declares y demuestres; mejor informa y conduce. Informa, y guía a tu audiencia a las conclusiones que quieres llegar. A las conclusiones que quieres que ellos lleguen. Debes guiar a tu audiencia hacia lo que tú quieres que descubran De esta forma, pensarán que son ellos mismos quienes están analizando y teniendo estas ideas o conclusiones por sí mismos. Mientras tú los guías a llegar a estos resultados. Haz preguntas que tu audiencia responda en su mente. Estas preguntas deben ser parte de la idea general y tendrán la sensación de que son ellos quienes llegaron solos a esas conclusiones.
Recuerda: Informa y conduce.
Por último, y un aspecto que muchos no toman en cuenta es la comunicación no verbal y en el libro convence sin abrir la boca, de Jordi Reche, nos explica la importancia de comunicar mejor mediante la comunicación con nuestro cuerpo. La comunicación no verbal sirve para reforzar tu mensaje usando tu cuerpo y tu gestualidad. Para ser más convincentes y persuasivos, para transmitir más seguridad y confianza y para conectar mejor con tu audiencia.
En este libro puedes aprender qué significan los movimientos, gestos, reacciones, y posturas de la gente que te rodea. Cómo obtener feedback de tu audiencia, para el caso de presentaciones en donde puedas verlos y qué tipo de movimientos debes hacer para poder comunicar mejor.
Aunque el libro ofrece mucha información sobre comunicación no verbal, en este tema nos vamos a centrar en los creadores de contenido que tienen una cámara delante. En el capítulo 7, comunicación no verbal en entornos digitales, nos da algunas recomendaciones para poder convencer mejor a nuestra audiencia. Y es que lo que comunicas con tu cuerpo debe ser coherente y trabajar en conjunto con lo que estás diciendo; anota las siguientes recomendaciones:
Relaja tu postura, si te pone nervioso estar frente a una cámara, practica… practica y sigue practicando hasta que adoptes una postura relajada y natural.
Adapta la gesticulación al medio, considera que al grabar videos no estas frente a tu audiencia en vivo, y esto puede afectar en la facilidad con la cual tu audiencia percibe tu comunicación no verbal, para solucionarlo puedes remarcar un poco más las expresiones, los movimientos faciales, remarcar posturas. Esto le permitirá a tu audiencia captar la comunicación no verbal mejor.
Promueve el contacto visual, trata de mantener contacto visual, aunque es en ocasiones difícil y extraño. A mí me pasaba al principio que al grabarme veía mi imagen de mi monitor, en lugar de mantener la vista en el lente de la cámara. Si practicas, poco a poco puedes ir cambiando esto. El mantener contacto visual le permite a tu audiencia crear un vínculo que sirve para romper barreras de comunicación.
Usa correctamente la cámara, los ángulos importan; no es lo mismo hablar frente a la cámara cuando el ángulo es superior, o cuando la toma abarca todo tu rostro; esto puede resultar incomodo o inclusive hasta grotesco. La cámara debe estar en un ángulo adecuado y separada al menos unos 40 cms para que el espectador no sienta que están invadiendo su espacio.
Cuida tu escenario, o lo que se ve detrás de ti, nada distrae más que ver a una persona en una habitación con demasiadas cosas, o con desorden detrás de él o ella.
Una de las ventajas de las grabaciones es que podemos grabarlo las veces que sean necesario hasta que quede bien, aprovecha esa ventaja. Graba y revisa el material, si hay algo que no te gusta, anota esos detalles y vuelve a grabar evitando esas cosas que no te gustaron de la primera toma. Al principio puede ser que tengas que grabar varias veces, pero en medida de que vayas practicando, evitarás cometer los mismos errores.
Recuerda: grábate todo lo que puedas, adopta una postura relajada y natural, no estes tenso o rígido, gesticula con naturalidad y muéstrate autentico. No solo es importante lo que dices, sino además lo que tu cuerpo dice a través de la comunicación no verbal.
Cada uno de estos libros ofrece muchos temas adicionales que te permitirán perfeccionar tus habilidades de comunicación.
Si bien estas reglas no te aseguran éxito para convencer a todos, si te preparan para convertirte en un comunicador más eficaz y persuasivo y que poco a poco mejores tus habilidades al compartir tus ideas, vender tus productos o servicios y poder hacer presentaciones mejor estructuradas.
Te deseo mucho éxito en tus presentaciones, conferencias y videos!!!